Descontrol

Cuando las vacunas llegaron a sus destinos, empezaron a surgir los problemas burocráticos nuestros de cada día

14 enero 2021 09:10 | Actualizado a 21 enero 2021 10:17
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Un par de semanas atrás, todos esperábamos la llegada de la vacuna que pondría fin a la pandemia. La imaginación nos llevaba a contemplar carreras y colas interminables para ser vacunados. Fue un alivio que lamentablemente está propiciando bastantes frustraciones. Como casi todo lo que ocurre en el país, aquella esperanza enseguida volvió a sufrir el descontrol. No tardaron en escucharse protestas sobre la distribución de las dosis y lo más sorprendente es que cuando llegaron a sus destinos, empezaron a surgir los problemas burocráticos nuestros de cada día. Aguardábamos un despliegue de medios para administrarla con la mayor rapidez. En algunos países se arbitraron medidas extraordinarias para aprovechar el tiempo al máximo. Había una conciencia clara de que cada minuto perdido significaría algunos nuevos contagios más e incluso alguna muerte. Pero en España no fue así. Y no tardarían en surgir los obstáculos: no había personal suficiente, como si no hubiese habido tiempo para haber adoptado las previsiones. Los expertos saben que para inyectar una vacuna no hace falta ser doctor en Medicina. Una semana larga después en la Comunidad de Madrid, y es un ejemplo, apenas se había aplicado el 0,37% de las vacunas. Al parecer había que esperar a hacer un contrato con una empresa para que se encargase. El día de Reyes, en siete autonomías no se vacunó a nadie.

Estamos en enero, mes propio de inclemencias climáticas, y a lo largo de una semana los servicios de meteorología alertaron de que se avecinaba, incluso con fecha y hora, una nevada excepcional. Y así fue. Pero lejos de tomar las previsiones adecuadas, los servicios tanto nacionales como autonómicos o locales dejaron pasar las navidades sin inmutarse. Luego llegaron las consecuencias: miles de personas tuvieron que esperar horas a que las máquinas quitanieves acudiesen a socorrerlos. Paciencia: los ciudadanos tendrán que conformarse con una subida de unos euritos en la factura de la electricidad.

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