En los últimos años la Diada era un cúmulo de emociones. La ANC, Òmnium y los partidos independentistas exprimían la imaginación para convocatorias que fueron de las mayores de Europa. Hoy el virus aplacará las emociones… o disimulará el cansancio.
JxCat (espero haber acertado en el nombre) dice que, para Catalunya, Sánchez y Rajoy son lo mismo, mientras ERC da pasos para pactar con el PSOE, siempre con miedo a ser acusada de traición. En cuanto a Sánchez, le toca bailar con Rufián o con Arrimadas, mientras Casado le pone música de ser un vendido al comunismo, al separatismo y al terrorismo.
Torra vive su Diada como un adiós, sin esconder su decepción de que no llegara aún el momentum, de lo cual no culpa solamente al Estado opresor.