Diálogo contra los choques de intereses

Queda lejos el denominado oasis de Reus, hoy un espejismo de lo que fue la ciudad no hace tanto tiempo. Los antiguos (y sucesivos) rodillos que imponían, hasta hace poco, las políticas ciudadanas sin apenas oposición, han devuelto la política entendida no sólo como la actividad orientada a la toma de decisiones de un grupo para alcanzar ciertos objetivos, si no a la manera de ejercer el poder para resolver o minimizar el choque entre los intereses encontrados que se producen dentro de una sociedad.

El nuevo reparto de concejales del Ayuntamiento de Reus favorecerá en adelante muchos de estos choques de intereses y también el diálogo. Lo hemos visto en los días previos al pleno, con negociaciones abiertas hasta el último momento, y ayer mismo, cuando CiU dio su brazo a torcer aceptando el texto que proponían partidos tan distintos como la CUP, PSC y Ciudadanos para que se aprobase la formación de los nuevos consejos de administración.

La nueva correlación de fuerzas también provocó ayer la adhesión de Reus a la Associació de Municipis Independentistes (AMI), vetada la legislatura pasada por el gobierno de CiU-PP; y puso la puntilla a la ordenanza de civismo que defendía Pellicer.