Duran Lleida conserva su buen humor. Cuando pidió una rebaja del IVA para las peluquerías, aclaró que «no es un gremio al que acudo muy a menudo». Siendo calvo, la frase despertó las pocas risas que dio de sí el debate del estado de la Nación.
El martes fue la tercera vez (una vez cada año) que el portavoz de CiU advierte a Rajoy que, si no da ningún paso, algún día se encontrará con una declaración unilateral de independencia por el Parlament de Catalunya. Le recomendó, por ejemplo, abanderar la negociación de los 23 puntos que un día la presentó Artur Mas.
La postura de Duran es muy difícil. En Madrid se considera que hace el juego a los independentistas; en Barcelona, que hace el juego a Madrid. Cuando uno está en medio de una pelea acostumbra a recibir las bofetadas. Lo milagroso es que aún resista y no dimita. Quizá la explicación es que no tiene un pelo de tonto.