El Pujol coleccionista

Le parece normal: hay quien colecciona sellos, o chapas de cava… pues Jordi Pujol Ferrusola colecciona coches de lujo: un Lotus, dos Mercedes, un Porsche, un Lamborghini, dos Ferrari, un Jaguar… En total, trece, y cuatro motos. Breznev también tenía una colección así en su dacha del Mar Negro.

En cierto momento de su declaración, el hijo mayor confesó que él no serviría para empresario ni para empleado. ¡Caramba! Si no tenía empleados ni él lo fue nunca, ¿cómo puede llamarse a su actividad que le permitió enriquecerse de tal modo? Quizá el nombre apropiado sea especulador.

Su capacidad para negocios tan variados, desde puertos marítimos en Argentina a vertederos en Ascó, sólo es comparable al modo en que aburrió a la comisión investigadora con detalles innecesarios mientras presumía de listo. No necesita abuela… aunque sí abuelo, teniendo en cuenta ‘la deixa’ de Andorra.