El abuelo del 68 cumple 70

Dany el Rojo coquetea con la idea de presentarse a la presidencia francesa

19 mayo 2017 23:08 | Actualizado a 22 mayo 2017 21:18
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El sábado pasado Daniel Cohn-Bendit cumplió 70 años. El mismo día solicitó el pasaporte francés afirmando que su sueño siempre fue ser francés y alemán. Es verdad que hace años el abuelo de mayo del 68 pronunció una de sus frases estupendas: «Cuando estoy en Francia me siento alemán y cuando estoy en Alemania me siento francés». Pero ya se extiende el rumor de que su objetivo oculto es presentarse candidato a las presidenciales francesas de 2016. ¿Busca otra primavera en el otoño de su vida? En su larga trayectoria ha defendido el federalismo europeo con un solo pasaporte. Pero eso no lo verá Dany el Rojo. El icono del 68 francés hace años pasó al otro lado de la barricada y se sentó en un escaño. En un escaño del Parlamento Europeo que se convirtió en el refugio de lujo para náufragos de la primavera de París.

Aparentemente retirado de la política, Dany el Rojo coquetea ahora con la idea de presentar su candidatura a la presidencia francesa en 2016 frente a su bestia negra, Nicolás Sakozy. Si finalmente lo hace volverían a enfrentarse, 48 años más tarde, las dos herencias del mayo francés. La que representa el líder de la derecha republicana y la tradición ‘gaullista’ con el icono de la utopía antiautoritaria del barrio latino y la Europa sin banderas.

Aunque han caído muchas toneladas de adoquines en la vieja Francia desde entonces, en última instancia Sarkozy y Bendit simbolizan dos formas opuestas de afrontar la crisis que tiene a Europa postrada en uno de los peores momentos desde su fundación y con el futuro de la Unión a merced de la pinza entre las potencias de oriente y occidente. Sabemos que Sarko aboga por enterrar el relativismo moral e intelectual, la confusión entre lo bueno y lo malo, el bien y el mal, cuya herencia persigue a Europa desde mayo del 68. El líder francés apuesta por refundar un capitalismo sin reglas y recuperar la autoridad y los principios. Para la Unión Europea su programa está en la nebulosa aunque cualquier proyecto pivotaría en la superioridad del eje franco-alemán. Si Dany el Rojo se presenta a las presidenciales francesas, ¿alguien duda de que sería el flautista de Hamelin, que arrastraría un pelotón de ‘neosesentayochistas’ que han ido brotando en Europa nominados como antiglobalización, anticapitalistas, antiautoritarios, ecoradicales? Quizás después de décadas de política errática luchando contra las centrales nucleares o la emancipación sexual temprana, ha vislumbrado que se dan las condiciones perfectas para reinventarse y hacer su Podemos francés. Su sueño de articular una alternativa a la izquierda reformista en plena crisis del Partido Socialista de Hollande; sus ideas de que la crisis es económica, ecológica y democrática o sus propuestas de ir hacia una nueva ética y otra forma de hacer política pueden cuajar en una Europa desnortada. Aunque no es fácil que el abuelo del 68 vuelva a las andadas. Pero ¿y si, sí?

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