El adiestrador de perros sin escrúpulos

29 enero 2020 10:10 | Actualizado a 30 enero 2020 13:48
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Hace unos días escribí en este mismo espacio de la escasa humanidad que mostraban los ladrones de Pocahontas, una labrador retriever que había sido adiestrada para ayudar a una niña de 15 años que tiene una discapacidad del 95% y va en silla de ruedas. El robo de la perra, que había perfeccionado sus habilidades hasta el punto de poder abrir puertas, encender luces o ayudar a vestirse a la persona que lo necesite, se produjo dos días antes de ser entregada a la joven. La Fundación Bocalán del Perro de Ayuda Social ofreció 800 euros para encontrar al animal. Las redes sociales se volcaron. Incluso el escritor ciego Emilio Ortiz ofreció 1.200 euros por su rescate. Bien, pues la investigación ha dado un giro de 180 grados que dibuja a una persona cruel y mentirosa. Y es que las lágrimas de Alfonso, el adiestrador que denunció ser víctima del robo a punta de pistola ante las cámaras de televisión pidiendo «que piensen en la niña y la devuelvan por favor», no eran de verdad. La Policía ha encontrado la perra escondida en su domicilio, por lo que ‘el bueno’ de Alfonso ha sido detenido y podría enfrentarse a dos años de cárcel por denuncia falsa y a una multa de hasta 24 meses. Espero que además tenga el coraje de plantarse ante Clara –la niña con discapacidad– y le explique por qué Pocahontas no está aún con ella. ¡Menudo farsante!

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