Haciendo suya la idea de Jean Monnet, el 9 de mayo de 1950, el ministro de Exteriores de Francia, Robert Schuman, lanzó su histórica propuesta de una Comunidad Europea del Carbón y del Acero, embrión de la UE.
El entusiasmo con que la recibió la Alemania de Adenauer contrastó con la frialdad de Gran Bretaña. En 1957, cuando se firma el Tratado de Roma fundacional de la UE, el Reino Unido no se encuentra entre los seis países: Francia, Alemania, Italia y los tres del Benelux. Monnet había visitado al premier Attlee para convencerle, pero recibió esta respuesta: «Nosotros estamos más cerca de Australia y Nueva Zelanda que de Europa».
La realidad se impuso con el tiempo. La UE ganó la batalla a la Conmonwealth y UK entró en 1973, pero siempre buscó un status especial. Sigue buscándolo ahora Cameron en su gira europea para convencer a los británicos de las ventajas de pertenecer al club.