El aviso de las municipales

Las elecciones municipales han sido el anticipo de los cambios profundos que se avecinan. A partir de esta experincia es del todo probable que la próxima legislatura registre la primera coalición de gobierno de nuestra historia democrática reciente (todos los gobiernos hasta ahora han sido monocolores, aunque hayan tenido que apoyarse en socios minoritarios, pero sin que éstos ingresaran en el gobierno), lo que debería brindar la oportunidad no sólo de experimentar las bondades de tales coaliciones sino de corregir las disfunciones constitucionales que han deteriorado el modelo en etapas anteriores. Porque no hay que engañarse: esas instituciones contramayoritarias -CGPJ, Tribunal Constitucional, Tribunal de Cuentas, Consejo de RTVE, Consejo de Seguridad Nuclear, Comisión Nacional del Mercado de Valores, Banco de España, Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia, etc.,etc.- no son hoy realmente independientes del poder político. También habría que aprovechar la ocasión para que desaparezcan los mecanismos que han permitido a PP y PSOE -el PSOE está ya en fase de franca apertura- mantener sus férreos y cerrados reductos de poder como actores esenciales de la dialéctica política sin acomodar estas instituciones a las demandas del verdadero pluralismo. Urge una ley de partidos que atienda al mandato constitucional de que tales instituciones sean el «instrumento fundamental para la participación política».