El bienestar de los ciudadanos, lo primero

Comprendo perfectamente, y observo desde mi sencilla posición y con respeto, los deseos de cambiar las cosas que algunas personas sienten cuando se introducen y se comprometen en lo que llamamos la vida política, algo que debe comportar una imagen pública que debe de ser ejemplar.

Admito que con el paso de los años, me he convertido en alguien que siente una cierta compasión por aquellos que han sido seducidos por el entorno político y que han perdido algo tan sumamente importante como la integridad. En algunos casos son personas que a causa de la codicia se han corrompido, y en otros, son personas atrapadas por individuos mucho más poderosos que ellos.

Creo que quien nos gobierna, y desde la oposición también, deberían hace un examen de conciencia. Hacer prevalecer la integridad humana, al margen de sus ideologías y procurar un gran consenso que consistiera en ‘El bienestar de los ciudadanos más necesitados’, porque son una emergencia social, y créanme señores y señoras, los pobres no pueden esperar, es un colectivo al que no se puede tratar ni a medios, ni a cortos plazos. Sus vidas están en nuestras buenas manos en lo que solidariamente podamos colaborar, pero aún lo están mucho más en los que sustentan el poder, político y económico.

Pedro Javier Marín Garreta

(La Pobla de Montornés)