El descalabro de Podemos

No sólo el PP ha sufrido un reiterado castigo en las urnas. Por la izquierda, el descalabro de Podemos es descomunal 

 

30 mayo 2019 16:35 | Actualizado a 30 mayo 2019 16:38
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Además de tiempo de pactos para dilucidar los gobiernos de las instituciones locales, también es hora de hacer autocrítica en los partidos, sobre todo en aquellos que la jornada del 26-M ha supuesto un considerable correctivo. No sólo el PP por la derecha ha seguido sufriendo el desgaste electoral. Los comunes y Podemos por la izquierda han cosechado un severo correctivo, salvo alguna excepción como el Ayuntamiento de Tarragona por las claves locales que han permitido recuperar el segundo concejal. En Catalunya y en el conjunto de España la suerte ha sido negativa, el gran parte por las luchas intestinas. El espectáculo que ha deparado Podemos en su crisis final, después de la marcha de distinguidos fundadores y personas de reconocida trayectoria intelectual de la cabecera de la organización, ha sido deplorable. Primero, Errejón, en la segunda asamblea ciudadana de Podemos, Vistalegre II, encabezó una corriente con una línea política distinta a la del secretario general, Pablo Iglesias. Después, se presentó en mayo de 2018 como candidato a las primarias para ser el cabeza de lista de Podemos y candidato propuesto por el partido a la presidencia de la Comunidad de Madrid en las elecciones autonómicas de 2019, enfrentándose al independiente Emilio García Palacios. Pero finalmente el 17 de enero del año en curso anunció en una carta conjunta con Manuela Carmena la decisión de presentarse dentro de la Plataforma Más Madrid a las elecciones autonómicas de mayo, en lo que suponía el abandono de la disciplina de Podemos; poco después renunciaba a su acta de diputado al Congreso por Madrid y anunció que no abandonaba Podemos, pese a la flagrante violación de los estatutos que acababa de cometer. Pablo Iglesias, politólogo de profesión, ha demostrado ser un pésimo estratega y un mal táctico, y tiene en su haber un negro currículum de errores e incompetencias. Habría que pedirle al líder populista que no haga más estropicios y que contribuya a estabilizar el gobierno con inteligencia y sentido común. Veremos si es capaz.

 

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