El fin de los ‘Ongi etorri’ a presos de ETA

La banda terrorista ETA y su entorno siempre han mostrado una especial crueldad hacia sus víctimas. Sí, porque primero las mataba y después, las remataba: no contentos con arrebatarles la vida, todavía después de un acto tan atroz las desacreditaban e insultaban, como si de esa forma trataran de justificar lo que en modo alguno tenía justificación. Porque no hay nada que justifique atentar contra la vida de una persona. Especialmente dolorosos para las víctimas resultaban los ‘Ongi etorri’, esos homenajes a los presos que regresaban a su pueblo tras salir de la cárcel, pues, como dice Consuelo Ordóñez, hermana del dirigente del PP vasco asesinado por ETA y presidenta del Colectivo Víctimas del Terrorismo (Covite), no es de recibo ver «cómo rinden honores por todo lo alto a los asesinos de nuestros familiares». En este sentido, representa una noticia alentadora el comunicado emitido por el colectivo de presos de ETA que pide poner fin a estos recibimientos públicos y limitarlos a «actos discretos y privados» porque entienden que las víctimas pueden sentirse «heridas y dolidas». Sí, es un paso positivo, aunque llega con muchos años de retraso y de crueldad en los que se ha hecho sufrir de manera innecesaria a quien ya había sufrido mucho por la sinrazón de una organización que nunca debió existir y que causó un dolor insoportable a toda una sociedad.