La «mesa de diálogo» no servirá para nada si los interlocutores se mantienen en sus trece: uno solo quiere hablar de un tema: el referéndum de autodeterminación. Y el otro quiere hablar de cualquiera excepto de este.
Previo al problema de fondo, ahora hay otro: las discrepancias entre JxCat y ERC en torno a la necesidad de la figura de un mediador internacional. Creo que para ponerse de acuerdo entre ellos, los partidos independentistas deberían buscar… ¡un mediador!, y si sale bueno que lo aprovechen luego para la mesa entre gobiernos.
Sé que será difícil encontrar uno que agrade a todos. Si no lo hallan, quizá puedan encontrar uno que reúna las antipatías de los dos bandos, un Santi Vila, por poner un ejemplo. Hay que buscar puntos en común...