El parquet del Palau

27 junio 2020 09:00 | Actualizado a 27 junio 2020 09:17
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

La noticia, a priori, parece positiva. Girona anuncia que devolverá a Tarragona el parquet del Palau que tan generosamente les prestamos ante las inundaciones que sufrieron y que impedía que el equipo de baloncesto femenino de la capital de la Costa Brava –que se halla en la máxima categoría– jugara en su sede de Fontajau. Claro, lo primero que le viene a uno a la mente es un poco –o un mucho, ¿para qué nos vamos a engañar?– de envidia: ¿Cómo es que Girona se permite tener un equipo de baloncesto en la elite y aquí, a pesar de la cantidad de niños y niñas que practican este deporte, somos incapaces de construir un equipo que sepa competir y genere afición y orgullo? –y me refiero al baloncesto porque del fútbol prefiero no hablar–. Y, una vez asimilada esa ración de envidia, lo que uno se pregunta es qué haremos con el dichoso parquet. ¿Volveremos a esconderlo en un oscuro almacén, allí bien guardadito, a la espera de que otra ciudad nos lo pida y podamos así hacer otro gesto de gran generosidad? Porque aquello de aprovechar las instalaciones que quedaron tras los Juegos Mediterráneos para que todos esos chavales y chavalas que tanto disfrutan con el baloncesto y que juegan en canchas sobresaturadas no va con nosotros, ¿no? En una reciente entrevista, el alcalde Pau Ricomà contaba al Diari que confía en que el pabellón se pueda utilizar de cara al inicio de la temporada, allá por septiembre. Vamos a ver. Dicen que nunca es tarde si la dicha es buena. Debe de ser mucha dicha, porque ya vamos con un importante retraso. Y es que ya han transcurrido dos años desde el fin de aquellos juegos y el pabellón sigue durmiendo el sueño de los justos.

Comentarios
Multimedia Diari