El proceso de vacunación se complica

Hoy la vacuna es la única solución a la pandemia, por lo que hay que restituir la confianza en ella sin sombra de duda 

14 abril 2021 09:20 | Actualizado a 14 abril 2021 10:35
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El proceso de vacunación, hoy por hoy la única solución que existe para dejar atrás la pandemia y recuperar en la medida de lo posible la vida ‘normal’, se está complicando con cada día que pasa. El considerable retraso en la inoculación de las dosis se ha visto incrementado por la incapacidad de las farmacéuticas de responder a la demanda mundial en el tiempo que la emergencia necesita –ayer AstraZeneca volvió a fallar y envió menos de la mitad de las vacunas prometidas en un acuerdo de compras que ya había sido rebajado–.

Además, la aparición de trombos en las venas del cerebro y el abdomen y en las arterias en personas vacunadas contra el Covid-19 con AstraZeneca, algunas de las cuales han muerto por esta causa –ayer en Toledo enterraban a un profesor de 30 años–, ha generado una alarma que se ha traducido en una contraproducente incertidumbre sobre qué hacer con el compuesto anglosueco. Sobre todo, aún queda por aclarar qué sucederá con las personas que han recibido la primera dosis de este antídoto y esperan la segunda que garantiza la inmunización.

Un panorama incierto al que ha contribuido el anuncio de Francia de que resolverá este problema poniendo a los vacunados con la primera dosis de AstraZeneca una segunda dosis de otra marca, algo que desaconseja la Organización Mundial de la Salud. A todo esto se sumó ayer un nuevo contratiempo, al suspender Estados Unidos la vacunación con Janssen para investigar la posible relación de las inyecciones con seis casos de eventos trombóticos en personas vacunadas con esta fórmula.

Sea como fuere, lo cierto es que estos acontecimientos suponen un freno a la inmunización masiva, pese a que la Agencia Europea del Medicamento y los expertos advierten de que «los beneficios de la vacuna superan los riesgos de efectos secundarios». Y es que la confianza en las vacunas se cimenta en su eficacia y en la transparencia sobre su seguridad y uso. Los escollos que vienen aflorando no favorecen esa confianza, que ha de ser restituida sin sombra de duda.

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