En apoyo a Paula

Estoy seguro de que a estas alturas ya han oído hablar de ella. Se llama Paula Dapena, tiene 24 años, es de Pontevedra y juega al fútbol en el equipo Viajes Interrías FF. Era una desconocida hasta el sábado, cuando se negó a guardar un minuto de silencio en homenaje a Maradona y, mientras sus compañeras respondieron a la iniciativa de pie, ella se sentó en el césped, de espaldas. Aunque reconoce que Maradona fue un deportista «con unas cualidades y habilidades futbolísticas espectaculares», Paula cree también que «por el hecho de que haya marcado golazos o ganado un Mundial no se le pueden perdonar todas las barbaridades que cometió» fuera de la cancha, refiriéndose sobre todo a su relación con las mujeres, su historial de violencia, de abusos, de relaciones con menores y su actitud machista.

Fue también esta la razón que esgrimieron las integrantes del equipo femenino de Boca Juniors, club donde jugó el astro argentino, para negarse a participar en un homenaje póstumo a Maradona. Paula ha recibido un sinfín de felicitaciones y muestras de apoyo por su valiente gesto, que también le ha valido amenazas de muerte, lo que demuestra que aún queda mucho por hacer por la libertad de expresión y por la igualdad. Yo también aprovecho este humilde espacio para mostrar mi solidaridad con esta joven gallega y mostrarle mi apoyo, al tiempo que suscribo las palabras de la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, que ayer dijo que «la sociedad española debe avanzar en educación para que este país tenga más Paulas y menos hombres que amenazan a las mujeres». Pues eso.