En tierra de nadie

Si se sigue permitiendo la existencia de los paraísos fiscales es evidente que por algo será

19 mayo 2017 22:27 | Actualizado a 22 mayo 2017 18:04
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Como consecuencia de las pasadas elecciones autonómicas y municipales y probablemente como consecuencia también de lo que pueda pasar en las próximas elecciones catalanas y generales, ha habido un sector significativo de la sociedad que ha quedado en tierra de nadie.

Nadie parece preocuparse por estas ciudadanas y ciudadanos . Nadie parece preocuparse por ellos demostrando la preocupación con hechos y no con palabras. Y posiblemente tienen la sensación de que si fracasan tampoco nadie lloraría por ellos. E incluso también puede darse la circunstancia de que sean envidiados pero no precisamente con lo que se llama una envidia sana que por el hecho de serlo puede resultar estimulante para quién la tiene .

Estas ciudadanas y ciudadanos se han visto envueltos y han superado todos los problemas europeos, del gobierno central, y del gobierno catalán. Por los duros liderazgos alemanes, por los datos macroeconómicos españoles que cuesta que lleguen a la gente de la calle y por las ideas independentistas catalanas . Todos los líderes políticos, sean de la tendencia que sean, dicen constantemente que los tienen en cuenta, que trabajan para ellos porque, dicen los lideres políticos, que estos ciudadanos son el motor del país. Pero la fría realidad es que las tres prioridades son en estos momentos y lo han sido en los últimos años para los dirigentes, las tres que acabamos de citar .

Y demostrar cuanto se acaba de decir es fácil. Basta mirar o leer cualquier medio de difusión y cualquier día, para darse cuenta de que se habla, o sobre que se escribe . Y según el medio que sea primará más una u otra de aquellas tres ideas, pero la preocupación para que este grupo de ciudadanos y ciudadanas a los que me refiero puedan mantenerse e incluso mejorar ha sido muy escasa por no decir nula .

Y a estas alturas el lector puede empezar a pensar, a pesar de que muchos ya lo habrán intuido, a que grupo de ciudadanos se refiere este artículo y pronto lo sabrán. Pero antes déjenme que les diga que se sienten traicionados por los suyos y que no los han cuidado lo suficiente .

Desde esta tribuna este articulista ha escrito, con preocupación y solidaridad, del enorme problema de los parados, de los problemas bancarios, de las preferentes etc.. Pero hoy no, hoy me refiero al grupo de ciudadanas y ciudadanos que durante la crisis han tenido trabajo, han mantenido sus principios sin decir aquello de que si no les gustan tengo otros. Han pagado escrupulosamente sus impuestos, han pagado o están pagando todavía sus hipotecas, han mantenido sus ahorros en el Estado Español y han tenido tiempo incluso de ser solidarios ya sea económicamente o con su tiempo o puede que incluso con las dos cosas a la vez. Este grupo que en cualquier país sería cuidado y mimado de forma especial porque sin ellos ya haría tiempo que habría desaparecido cualquier atisbo de bienestar, aquí han sido traicionados por los suyos y mal vistos y continúan siéndolo, en parte, por los otros.

O sea que mientras ellos trabajaban y pagaban sus impuestos, otros no los pagaban y ello tanto desde los alrededores de la más alta instancia del Estado, pasando por partidos, autonomías y lo que haga falta . Y mientras ellos mantenían sus ahorros aquí otros tampoco lo hacían y los llevaban a lugares incluso exóticos pero libres de impuestos . No se puede entender como en un sistema de economía global que tiene incluso gendarmes también globales continua permitiéndose la existencia de estos paraísos y que además para mayor burla del grupo al que me refiero hoy se trata de países sin ninguna fuerza ni política ni demográfica. Por lo tanto si se permite su existencia es evidente que por algo será. Y lo precupante es que las personas que han hecho estas cosas en teoría eran de los suyos por que habían tenido una formación similar y parecía que practicaban y creían en unos mismos principios. Por esto se sienten traicionados. Pero es que además en un momento u otro han sido mal vistos o lo son en parte por el otro grupo, es decir, los que han padecido más que nadie los efectos de la crisis, los desahuciados, los parados de larga duración, los mayores sin recursos, tal vez porque los han dado a sus hijos o nietos. Pero estos se han organizado y tienen quién les defienda y además, de momento, ya que a la larga ya se verá, no han sido abandonados .

Es por ello que el animoso grupo protagonista de este artículo, aunque tal vez no lo sepa , tiene la importante misión de continuar siendo la espina dorsal básica de la situación económica para que se puedan continuar prestando , entre otras cosas, los servicios sociales.Y sin embargo se encuentra en tierra de nadie . Pero si algún miembro del grupo fracasara debería de tener quién le llorara . Y también se deberían tener campaneros en los campanarios para que más pronto que tarde doblaran o si fuera preciso incluso redoblaran las campanas, pero con un toque de resurrección.

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