Escritos de un hombre honesto

Alejado de la autocompasión. Sus palabras son una lección de fortaleza. Léanlo, piensen lo que piensen sobre la independencia. En esas páginas hay una invitación a la política, a los puntos de encuentro.   

26 septiembre 2018 10:57 | Actualizado a 26 septiembre 2018 11:01
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Quim Forn es mi amigo. Lo escribo así de claro y nada más empezar puesto que voy a hablar de él y del libro que acaba de publicar, Escrits de Presó (Enciclopèdia Catalana). Probablemente a usted le importe un bledo quiénes son mis amigos, y así debe ser; pero yo le debo a usted como lector un respeto añadido y entiendo que no cumpliría con mi obligación si no le advirtiese sobre ello.

Escrits de Presó es un buen libro. Su autor no busca medallas, reconocimiento, el aplauso fácil ni se reivindica como héroe. Tampoco es un libro autocompasivo, lloricón o sentimentaloide. No es un volumen que vaya a competir con las grandes obras de la literatura carcelaria, como las Lettere dal Carcere de Antonio Gramsci, pongamos por caso.

Tampoco es una obra que descubra en su interior la solución del grave conflicto político entre el soberanismo catalán y el Estado español ni que vaya a cambiar la historia de la literatura universal. 

No es nada de esto y, sin embargo, es un buen libro y usted debería leerlo piense cómo piense sobre el soberanismo y piense lo que piense sobre el exconseller de interior ahora preso.

Debería leerlo si es un independentista de los de ‘pit i collons’ y ahora está enfadado porque le hablan de una república que no existe y considera que el único camino posible para conseguirla es poner Catalunya a los pies de los caballos y salga el sol por Antequera.

Quizás leyendo a Quim Forn se daría cuenta de cuán infantiles y perjudiciales resultan estos planteamientos. Y no porque el exconseller de Interior se lamente sobremanera de su encarcelamiento, ya hemos dicho que no es un libro autocompasivo, sino por las reflexiones sobre la unilateralidad que encontrará en esas páginas redactadas de puño y letra por un hombre que, a diferencia de usted, vive en una celda desde hace casi un año.

Debería leerlo si su posición es justamente la contraria. Si usted considera que los miembros del gobierno en octubre de 2017 son unos golpistas y que todo lo que les pasa se lo tienen bien merecido también hará bien en asomarse al dietario de Quim Forn.

No porque usted vaya o deba cambiar de opinión, sino para ensayar otra manera de aproximarse a los hechos escuchando a uno de sus protagonistas de viva voz y quizás, aun sin llegar a compartirlas, entender sus motivaciones y convicciones para asegurarse que el deseo que usted persigue es sólo el de la justicia y no el de la venganza.

Deberían leerlo también los que son tachados de equidistantes en el mejor de los casos, o de golpistas y ‘botiflers’ a la vez e indistintamente porque no renuncian a ver la realidad en tonos grisáceos a pesar de la dificultad del momento. Es decir, si usted es un independentista convencido de que Puigdemont se equivocó porque éste es un proceso lento, que requiere tiempo y otras estrategias, o si es un unionista que considera que la estrategia del Estado en Catalunya ha sido mala o peor, dependiendo del momento, hasta llegar al desastre absoluto cuando se ordenó a la policía y a la guardia civil aporrear a personas indefensas cuyo único delito era resistir pacíficamente ante los puntos de votación de un referéndum cuyo resultado ya estaba invalidado de antemano por el Tribunal Constitucional.

El libro de Quim Forn es un libro para la duda. Es un dietario preñado de matices, de preguntas. Son trescientas páginas que invitan a la política. Que señalan errores, que identifican injusticias, pero que sobre todo dejan clara la necesidad de la política y de los espacios de diálogo sin los cuales el conflicto va a eternizarse por incomparecencia de las partes.

Es la obra de un buen hombre. De un hombre que piensa y siente y que escribe lo que piensa y siente. Es el libro de un padre de familia que teme por su futuro pero que no se plantea el mañana si no es manteniendo en pie sus convicciones y defendiéndolas desde sus plenas convicciones democráticas. Es un texto lleno de vida, más vida de la que muchos tendrán nunca en libertad, porque está escrito desde la serenidad de quien está en paz consigo mismo.

Léanlo si pueden. Descubrirán a un hombre honesto.

Josep Martí  es ‘calero’, es decir, de L’Ametlla de Mar. Es empresario y periodista. Actualmente se halla en Londres analizando el Brexit. En breve publicará: ‘Fuck you, Europe!’

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