Espaldarazo de Trump a la unidad

Mariano Rajoy debería explotar el explícito apoyo de Donald Trump a la unidad de España con más diplomacia, más política de diálogo y menos jueces y policías

27 septiembre 2017 19:37 | Actualizado a 27 septiembre 2017 19:42
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Mariano Rajoy obtuvo ayer el aval del país más poderoso del mundo para frenar el proceso independentista. El respaldo de Donald Trump al Gobierno español en la disputa con el Govern de Catalunya llegó más allá de lo esperado por Rajoy. Donald Trump calificó de «tontería» que los catalanes quieran separarse de España y opinó que como presidente de EEUU desea que España sea un país que «tiene que  permanecer unido». En una intervención más extensa de lo imaginable llamó a los catalanes a quedarse en España porque es «histórico y hermoso». El decidido dictamen del presidente norteamericano no es un elemento menor a la hora de sopesar los pros y los contras de una supuesta separación. Bien es cierto que los manuales de la política internacional sientan como base que ningún país futurible encuentra en un principio apoyos de los otros Estados. El reconocimiento siempre se alcanza a posteriori, con los hechos consumados. Ni Europa ni Estados Unidos están por que cunda el ejemplo separatista. La independencia de Catalunya crearía un peligroso precedente en Europa, donde casi todos los Estados soportan, en mayor o menor grado, alguna veleidad secesionista. Francia, el adalid del centralismo, no quiere ni oír hablar de un desgarro en su frontera del sur.  Bélgica mantiene por los pelos la ligazón de flamencos y valones. Italia es un puzzle trémulo que peligra cada vez que las crisis económicas acentúan las diferencias entre la riqueza de las regiones del norte y el denostado sur. La independencia de Catalunya sería como retirar la dovela central del arco europeo. Todas las demás caerían a continuación. No hemos citado a Alemania, metida ahora en no pocos dolores de cabeza con la entrada en el Bundestag de los neonazis que han logrado convertiste en la tercera fuerza del país. Evidentemente no está el horno europeo para bollos. Así lo ha entendido Donald Trump al que no interesa en modo alguno un socio europeo desangrado en escisiones internas. Rajoy debería explotar este tanto con más diplomacia y menos policía.

 

Comentarios
Multimedia Diari