Expectación y sorpresa

El duro final de etapa encerraba muchas expectativas y todos pensábamos que la lucha explosiva requerida por este cacareado lugar tendría su repercusión incluso en la general. Nada más lejos de la realidad . Se llegó con un pelotón más que numeroso. Apenas los ciclistas cabían apretujados en la calzada. En el forcejeo final y alborotado surgió inesperadamente y muy de sorpresa el empuje poderoso desplegado por el desconocido Alexis Vuillermoz. Tomó unos metros de ventaja los suficientes para ganar a pesar del retorno fulgurante sobre él del irlandés Daniel Martin, que tomó la segunda plaza con un halo de decepción, pisándole a su vez los talones el español Alejandro Valverde, tercero, una consolación. En este grupo se encontraban todos los ciclistas más representativos, salvo el italiano Vincenzo Nibali, que perdió una decena de segundos. En verdad y cómo conclusión de lo vivido en esta jornada, valga afirmar que se creó en la vigilia una expectativa que no fue tal como se creía. Los hechos nos lo demostraron.