Antes de que estallaran los cohetes en la Plaça de la Font, hubo estallidos menos ruidosos de simpatía en la Sala de Plenos del Ayuntamiento de Tarragona, con el frontal adornado por sendos retratos del Rey y de Puigdemont, y para la ocasión presidida por el alcalde socialista a quien pitan y la presidenta de Omnium, que son de los que pitan.
La simpatía de Rosa Maria Codines y de Josep Fèlix Ballesteros se vio correspondida por los otros intervinientes del acto, que se inició con la presentación que hizo ella del Dr. Joan Martí Castell, a quien le fue entregado el Premi El Balcó, y por el alegre pregón de Lluís Amiguet, introducido por una colega periodista, Begoña Floria.
Me gustó lo que dijo el primer rector de nuestra URV, aludiendo a la costumbre de ‘tocar ferro’: todos los tarraconenses tenemos el mismo balcón, y quienes tiene un mismo balcón es que tienen una misma casa.
Bella reflexión para un momento complejo.