La chica que arbitraba el partido Valls-Cambrils, suspendió el encuentro cuando un espectador le gritó, a modo de insulto machista: «¡Vete a fregar los platos!».
Fregar los platos, debería saber, no es un deshonor. Santa Teresa de Ávila dijo a sus monjas refiriéndose a su trabajo: «entended que si es en la cocina, también entre los pucheros anda el Señor».
Si lo que quiso insinuar el paleto es que las mujeres no sirven para otra cosa, le recomiendo leer el periódico del mismo día. Verá que Dana Rezniece, de 34 años, es la ministra de Finanzas de Letonia, y una ajedrecista tan buena que acaba de derrotar a la campeona del mundo, la china Yfán Hou. Pues resulta que Dana, es también una ama de casa con cuatro hijos y acostumbrada a… fregar platos.
Dice el Diari que el público aplaudió la expulsión del espectador. Ojalá cunda el ejemplo, porque en los campos se oyen insultos aún peores.