En estos días está de moda pasear al perrito por la ciudad, pero cuidado, que todo no se basa en salir a la calle y dejar que ande, mee y haga sus necesidades (el perrito). Hay unas normas básicas de educación y civismo que se debe seguir, cada vez que lo bajas debes llevar tus bolsitas para recoger las (caquitas), además de procurar que haga pipí en sitios permitidos, y no en la rueda de los coches (por ejemplo).
También tienes que llevarlo con su correa y depende de la raza con bozal. Gracias a una iniciativa del ayuntamiento se está llevando un control por toda la ciudad de estas normas, multando a los desaprensivos que no las cumplen.
El tener un perro no es otra cosa que respetar a los demás y procurar no ensuciar las aceras por donde pasa la gente. No tenerlo todo el santo día en un balcón sufriendo las inclemencias del tiempo y haciendo sus necesidades allí, con la consiguiente molestia de que caiga todo a la calle o al vecino de abajo, además de pasarse todo el día ladrando molestando a todos.
Ya de por si, en las comunidades de vecinos tendría que estar prohibido tener perros, no es de querer mucho a los animales el hecho de dejarlos encerrados todo el día. Los perros en casas y chalets, donde tengan espacio y no molesten, en una comunidad es de egoístas e incívicos, estar molestando a los demás por el capricho de tener un perro. Como todo, es culpa de los padres no enseñarles cómo y dónde se deben de tener los perros, cuando a un niño se le antoja uno, que después acabamos sacando y cuidando nosotros. La ciudad no está sucia por culpa de los perros, lo está por culpa del in civismo y la poca educación de sus dueños.
Antonio Casero López
(Reus)