¿Haríamos todos lo mismo?

Os voy a relatar un hecho que le sucedió a un amigo al que le tengo mucho afecto, ya que convivimos de pequeños. Un día me hizo un comentario, diciéndome: «Joaquín, a mi mujer le tendrán que hacer la diálisis». Fue tan abrumadora mi reacción que en aquel momento me quedé en silencio. Con el aprecio que les tengo, enseguida le pregunté si tenía alguna salida para tan grave problema. Me respondió: «Voy (siempre recordaré su voz tan cariñosa como decisiva) a darle mi riñón a mi mujer, haremos el trasplante en la Fundació Puigverd».

Por suerte, esta pareja salió del trance, y están bien los dos, viven felizmente en Corbera d’Ebre. Mi reflexión sobre este tema tan delicado es si estaríamos todos dispuestos a dar un órgano a la persona con la que convives diariamente, porque aquí hay varios puntos que quiero descifrar: el sentimiento, el cariño, la amistad, el ver a tus hijos que son felices porque su madre no tendrá el sufrimiento que hubiese podido tener.

Además, tengo que dar la enhorabuena a toda esta gente que decide donar un órgano para que una persona pueda disfrutar de esta tan maravillosa vida, y formar parte del entusiasmo que transmitimos de unos con otros.

Joaquín Descarrega Llop (Gandesa)