Historia del retrete

19 mayo 2017 22:52 | Actualizado a 22 mayo 2017 18:09
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En 1596, el ahijado de la reina Isabel I de Inglaterra John Harrington inventó un retrete con depósito de agua corriente incorporado, que soltaba agua quitando un tapón. Con este presente pretendía congraciarse y volver a ganarse la confianza de la reina, que lo había desterrado de la corte por distribuir en ella novelas de tono picante.

Sin embargo, el imprudente Harrington escribió y publicó un libro de tono jocoso, titulado La metamorfosis de Ajax, en el que ironizaba sobre el retrete de la reina, lo que le acarreó su salida de la corte hacia el destierro. Este retrete con depósito de agua cayó pronto en desuso, al ser tomado a broma. Tres siglos después, en 1884, el hojalatero inglés Thomas Craper inventó un WC (iniciales de la expresión Water Closet, armario de agua) que, evitando el despilfarro de agua, resultaba práctico. Este nuevo WC incorporaba un diseño con un tubo de comunicación en zigzag (similar al sifón inventado en 1870 por Thomas William Twyford), que retenía agua, y mediante el cual se evitaba el problema de los olores, mejorando así el diseño en 1775 por su compatriota Alexander Cumming. Con muy pocas mejoras esenciales, se trata del modelo que seguimos utilizando en la actualidad.

Francisco Ortiz de Pinedo Mendiluce

(Tarragona)

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