Hogueras purificadoras

Estos días son muchos los municipios que celebran Sant Antoni, con actos que combinan los elementos religiosos y otros más paganos, como son las hogueras, ligadas a menudo a los solsticios. En el caso de las hogueras invernales, los expertos en etnología creen que constituyen un ritual de renovación, para propiciar el paso del invierno a la primavera, y de purificación, quemando el mal. En Ascó la hoguera es el núcleo de una fiesta popular, alrededor de la que se bailan jotas, se come y se ríe. Pero esta tradición de carácter más pagano se mantiene en muchos otros lugares de los territorios de habla catalana, como son las hogueras de Mallorca o San Antonada de la comarca de Els Ports, en el norte de la provincia de Castellón.

En pueblos como el Forcall o Villores levantan grandes construcciones con ramas verdes, llamadas barracas; una impresionante pira de dos pisos que se estructura alrededor de un poste central, llamado maig y se reviste con ramaje, dándole una forma cónica característica y dejando el interior vacío. Los asistentes a la fiesta, donde son repressentados Sant Antoniy varios demonios, deben atravesar por debajo ( si quieren y se atreven ) la barraca en llamas, en un momento muy especial rodeado de fuego con un alto componente simbólico de renovación. Estas tradiciones, muchas de las cuales provienen de tiempos inmemoriales, han sobrevivido a lo largo de los siglos por la pasión que le ponen los vecinos; una pasión que también es bien patente en Ascó, donde la lista de espera para ser mayoral y organizar la fiesta es muy larga. Y que dure.