Homenaje a periodistas

Para mi vergüenza tecnológica he de reconocer que mi máquina de escribir fue la última cuyas pulsaciones, más sonoras que las del ordenador, se oyeron entre las paredes del Diari.

Ahora, gracias a la informática el Diari de papel, además del digital, sigue saliendo al encuentro de los suscriptores y amigos quiosqueros en un desierto de calles vacías. Un día nos presenta a los héroes de nuestro tiempo, los sanitarios, servidores públicos, transportistas, etc., y otro la imagen del alcalde de Reus atendiendo a un vecino desde el balcón.

Mi reconocimiento a los compañeros que en su mayoría trabajan desde sus casas. Me los imagino recordando una fotografía que impactó en su día: Kennedy en su Despacho Oval con el pequeño John-John jugando debajo de su mesa.