El conseller Jordi Jané se ha estrenado con el incendio de Ódena. El día que estuve con él me mostró cómo no cesaban de informarle de actuaciones de bomberos y otros cuerpos de seguridad. Por algo tiene una Conselleria de Interior, con mando sobre 22.000 personas, incluyendo bomberos, agentes forestales, Mossos d’Esquadra, servicio 112, lucha antiterrorista, tráfico, etc.
Por sus características –trabajador, prudente, conciliador– me parece idóneo para apagar fuegos, también políticos. Aparte de los leones de la puerta, pocos conocen tanto el Congreso de los Diputados, al que llegó en 1986 como secretario de la Minoría Catalana. Ha sido 20 años diputado y fue elegido, ¡por unanimidad!, presidente de la comisión de Seguridad Vial. Es decir, tiene amigos en los dos extremos del Puente Aéreo.
Cabe la esperanza de que apague fuegos. Mi único temor es que resulte él mismo quemado.