La alternancia del modelo educativo

La educación debería estar al margen del debate ideológico con un gran pacto que blinde una ley general consensuada.

 

12 julio 2018 11:20 | Actualizado a 12 julio 2018 11:23
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España debe ser el país del mundo que más leyes de educación ha tenido. La duración media de toda norma para regular la enseñanza no va más allá del tiempo que dura la permanencia en el poder de alguno de los partidos que se alternan en la gobernanza. Recién llegado de nuevo el PSOE a La Moncloa, no ha tardado en anunciar la modificación de los puntos más «perturbadores» de la Lomce. La ministra de Educación pidió ayer apoyo para sacar adelante en los próximos meses una ley que modifique la norma educativa que el PP aprobó en 2013 en contra del resto de siglas y de una parte de la comunidad educativa. La urgencia de Isabel Celaá es hacer desaparecer de cara al curso 2019-2020 los aspectos de la Lomce que considera «vulneradores de la igualdad de oportunidades». De momento no tiene el compromiso explícito de nadie a su reforma, pero ningún partido se cerró a la posibilidad de negociar el acuerdo, aunque el PP, como era de esperar, puso objeciones a la mayoría de la modificaciones planteadas por la ministra socialista. El gobierno de Sánchez quiere cambiar el artículo 109.2 de la Lomce para que la red de colegios e institutos públicos tenga la «preeminencia» en la programación de la oferta de plazas escolares y que la función de la concertada será «complementaria» en las necesidades de escolarización. La modificación no prohibirá los conciertos con centros que separen a los niños por sexo (una medida que sí pretende implantar la Generaliat), pero la ministra indicó que abrirán un tiempo de negociación con estos colegios –unos 150 en toda España– para tratar de «reconducirlos a la coeducación». La norma también retirará el valor académico a la asignatura de Religión. La cuarta modificación será la liquidación definitiva de las llamadas reválidas, los exámenes del final de ciclo, en 4º de la ESO y 2º de Bachillerato, sin cuya aprobación no se obtenía el título. Es previsible que tales modificaciones duren lo que tarde el PP en recuperar el gobierno. Pactar una ley de educación de consenso es aquí misión imposible.

 

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