La apertura relámpago

¿cuál debe ser la probabilidad de que una acera que permanece cerrada cientos y cientos de semanas por obras pueda al fin reabrirse casualmente a pocos días de unas municipales?

19 mayo 2017 22:46 | Actualizado a 22 mayo 2017 18:14
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Era sábado a mediodía. Llevaba ya días percibiendo, al pasar por la esquina de Colom con la Rambla Nova, una anormal –por numerosa– presencia de operarios en lo que parecía el acelerón final en la urbanización de esa calle. Pero lo que vi este sábado desbordó cualquier intuición anterior:un auténtico ejército de chalecos amarillo fluorescente trabajando a destajo, terminando de fijar baldosas, de instalar jardineras, de poner y retirar vallas. No los conté, y no quisiera exagerar, pero juraría que por lo menos tenía ante mí a más de 30 trabajadores. En pleno sábado. A todo tren. Ayer, lunes, seguían allí, todas jardineras estaban ya en su sitio y la sensación es que esa acera –lo último que aún sigue en obras en ese tramo– está a punto de poder reabrirse.

Paso por ese lugar cuatro veces al día, por lo que, incluso sin fijarme en exceso ni conservar un histórico detallado, poseo cierta perspectiva, y a fe que nunca antes había visto tal cantidad de operarios trabajando a la vez en esos menos de 100 metros (los que tiene el tramo de Colom entre la Rambla y Gobernador González). Y, desde luego, ni por asomo había visto allí tal concurrencia un sábado.

A veces me entretengo calculando probabilidades, imaginando hasta qué punto sería estadísticamente normal, o previsible, que sucediera tal o cual cosa. Chorradas de un peatón despreocupado, en fin. Por eso, al pasar por allí, no pude reprimir mi instinto: ¿cuál debe ser la probabilidad de que una acera que permanece cerrada cientos y cientos de semanas por obras pueda al fin reabrirse casualmente a pocos días de unas municipales?

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