La capa

Según una antigua leyenda, San Martín de Tours, soldado de Roma en misión en Francia, se encontró un día en Amiens con un mendigo que tiritaba de frío. Compadecido, partió su capa y le dio la mitad. Por la noche se le apareció Jesucristo llevando la media capa. De aquella famosa capa proceden las palabras capilla y capellán.

El papa Francisco recibió ayer a Ángela Merkel, en una entrevista de 40 minutos, y le regaló una medalla de San Martín después de decirle: «El trabajo de los jefes de Estado es defender a los pobres», a lo que la canciller contestó: «Tratamos de hacerlo lo mejor posible».

Al salir de la audiencia, no creo que Merkel pensara en repartir su capa con Tsipras, pero ¡qué bien harían los estadistas en pensar más en los necesitados! La respuesta común de los mandatarios, de cualquier ámbito, es que no hay dinero. Muchas veces, lo que no hay es conciencia de las prioridades.