Hace años Galerías Preciados divulgó este slogan: «Cultive la elegancia social del regalo». Quim Torra lo cumplió al recibir a Pedro Sánchez. Le dio dos libros, uno sobre derechos humanos y otro sobre la libertad. Eso demuestra que es más atrevido que su huésped, quien no le correspondió con uno sobre el respeto a la ley en las democracias.
Calderón ya apuntó que «ofenden los regalos que vienen con sospecha», pero Pedro Sánchez es lo suficientemente discreto como para aparentar no sentirse aludido. Ambos interlocutores saben qué pueden esperar del otro. Él le llevaba 44 propuestas, pero Torra quiere una que no estaba en la lista.
Lo curioso es que para este encuentro se acreditaron 240 periodistas. ¡Ni que fuera la conferencia de Yalta!