La fiesta de la rosa y del libro

Sant Jordi es un santo muy popular en todo el mundo aunque de él se sabe muy poco

19 mayo 2017 23:00 | Actualizado a 22 mayo 2017 21:24
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Sant Jordi es una fiesta la fiesta de primavera en muchos países y en Catalunya se vive de modo especialmente bullicioso y alegre. Es un día laborable, y sin embargo las calles se llenan de puestos de ventas de rosas y las librerías se engalanan sacando sus ofertas literarias en las aceras.

Seis millones de rosas han ido de mano en mano ayer en Sant Jordi, patrono de Catalunya, y las librerías han vendido 20 millones en libros, pues Sant Jordi es también la Fiesta del Libro, y lo es en todo el mundo.

En ese día se ha entregado en Madrid el Premio Miguel de Cervantes de Literatura en lengua española, que ha recaído este año al escritor español Juan Goytisolo, que ha hecho un canto pesimista a la injusticia al recibir el premio, en presencia de los reyes Felipe VI y Letizia.

Es el día que más libros se venden en el año en España ya que tienen un 10 por ciento de descuento. El interés de los compradores se centra en las novedades de ficción o de ensayo, aunque menudean también los libros infantiles que los padres o los padrinos y madrinas regalan a sus hijos y ahijados.

Sant Jordi es también el Dia de la Llengua catalana. Es un día que termina con una manifestación de independentistas que esta vez la lidera la Assemblea Nacional en el Palau de Sant Jordi.

Pero por encima de todo, lo que destaca en la fiesta de Sant Jordi es la alegría y el amor entre enamorados que van por la calle paseando, besándose a su encuentro, dándose la mano, especialmente en un día de sol como el que ha hecho hoy. La alegría desborda casi a la primavera, mientras suenan en la calle las risas, las manifestaciones de afecto, el reclamo para la venta de rosas y el buen humor. Al caer la tarde no se puede pasar por las calles del centro de Barcelona por la marea humana que hay.

Los centenares de miles de extranjeros que se encontraban vagando por el centro de Barcelona participaban también, asombrados, de esa alegría. Unos llevaban maletas, otros bolsos grandes. Los guías les explicaban la fiesta y se reían y querían también participar. Un poco más sorprendidos estaban los asiáticos, no así los japoneses que ellos también han importado la fiesta de Sant Jordi al país del Sol Naciente.

Y preguntan ¿quién es Sant Jordi? Es un santo muy popular en todo el mundo aunque de él se sabe muy poco y hay mucha leyenda. En el cristianismo Sant Jordi es Jordi de Capadocia, canonizado por el papa Gelasio I el año 494. Murió mártir en el siglo III bajo el imperio de Diocleciano.

En Aragón y Castilla y León celebran sus santos patronos. También celebran fiestas en otros lugares de España como en Valencia (Alcoy), Asturias, etc. El santo fue asimilado por el Islam, a quien también se venera como Al-Hadr (el caballero verde). Las iglesias ortodoxas consideran hoy en día a Sant Jordi como uno de sus santos mayores.

En la iconografía, Sant Jordi aparece montado a caballo matando a un dragón que se considera que era Satanás, aunque Jorge de Capodocia murió en el martirio en la época del emperador Diocleciano. Su fama se extendió por el oriente, donde hasta existe un país encomendado al santo, Georgia, al norte de Turquía, entre Europa y Asia. También existe un estado de los EEUU dedicado al santo: Georgia. Se podría decir que Sant Jordi es un santo que traspasa incluso las fronteras de los católicos y es venerado por los ortodoxos y los musulmanes.

Durante el Concilio Vaticano II, los asesores liturgistas de Pablo VI quisieron eliminar la festividad de Sant Jordi, el 23 de abril, pero hubo una protesta generalizada en todo el mundo, de modo que se repuso la fiesta. Entre quienes más lucharon en favor de Sant Jordi fue el cardenal arzobispo de Tarragona, Benjamín de Arriba y Castro, por lo que este santo representaba para Catalunya.

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