La jura de Donald Trump tuvo aspectos identificados con la historia americana, país joven tan amante de tradiciones. Las elecciones son cada cuatro años y la jura siempre es el 20 de enero siguiente. Desde Monroe se celebra en las escaleras del Capitolio, adonde llevó aquel la ceremonia porque senadores y representantes discutían en qué Cámara se haría.
Duración breve: la precedieron, en media hora, dos discursos, dos interpretaciones corales y tres bendiciones. El discurso de Trump duró 15 minutos. Ejemplo para quienes aquí se enrollan como una persiana cuando tienen un micrófono delante.
Última nota, la religiosidad: hablaron tres ministros de confesiones cristianas, juró sobre dos Biblias y acabó con el God bless America. Aquí saltan las alarmas si hay un crucifijo en la sala.
Sobre su discurso, populista y proteccionista, veremos si el país se repliega en sí mismo.