La larga víspera

El Elche debe 8,8 millones a Hacienda y 6 a la plantilla y hablan de ´mano negra´

19 mayo 2017 22:36 | Actualizado a 22 mayo 2017 17:56
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

El gran acierto de Ciudadanos ha sido dejar la puerta entornada para que choquen las cabezas semipensantes de los que quieren entrar. La temperie, que era el vocablo favorito de don José Ortega y Gasset, es un lugar más grato que el descampado, pero ahora todos lo buscan a la sombra de Ciudadanos, mientras Rajoy acusa al PSOE, no sin alguna exageración, de entregar el poder a la extrema izquierda. Ni es para tanto, ni es para menos, pero el poder en democracia no se entrega: se conquista. Hoy tenemos el ejemplo de Izquierda Unida, laminada tras el 24-M. Su hipotético líder, Alberto Garzón, desea concurrir a las generales. No solo, ni en compañía de otros, sino bajo el paraguas de Podemos, que es muy particular, porque cobija a todos los que quieran mojarse.

Hace tiempo que murieron todos los inmortales y Voltaire no podía ser una excepción, aunque fuera una criatura excepcional. Creía que la duda no es un estado demasiado agradable, pero la certeza es un estado ridículo. Incluso Susana Díaz amenaza con nuevas elecciones si no hay acuerdo en una semana y Cristina Cifuentes, aspirante a presidir Madrid, se muestra favorable a hacer primarias. Parece que lo que más nos gusta es votar, ya que nuestros criterios son de goma y únicamente nos influyen las deudas contraídas y las que seguimos contrayendo. Hasta ahora, el que las pagado todas juntas ha sido el Elche, que desciende de categoría en beneficio de otro conjunto igualmente simpático, el Eibar. Los ilicitanos deben 8,8 millones de euros a Hacienda y 6 a la plantilla, pero su presidente cree que hay una ‘mano negra’ detrás de todo esto. Yo también.

De eso se trata, de descubrir y desarmar a los que esconden la piedra bajo la alevosa mano. A lo que aspiramos es a sobrevivirnos y a comprobar que mientras votemos seguimos vivos, aunque el voto sea un cromo que cambian por otros los que saben pactar. Tienen varias barajas. Todas marcadas, pero por distintos tahures.

Comentarios
Multimedia Diari