¿La libertad de expresión incluye la agresión?

19 mayo 2017 16:08 | Actualizado a 21 mayo 2017 14:08
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Al festival Drag de Las Palmas que premia la burla a la Virgen y a Cristo de su nueva «reinona» les digo: «¡Valiente masa ebria de estupidez, increpando, escupiendo, azotando a Jesús preso, manso... camino del Calvario para salvarlos a todos!» Todo ello, sin faltar a persona alguna, a lo que probablemente se respondiera con insultos, rasgando vestiduras y berreando como plañideras.

Alguno dirá: «es libertad de expresión»; y yo pregunto: ¿la libertad de expresión incluye la agresión? Sí, he dicho agresión. Y me explico: en el ámbito laboral hay tipificados cuatro tipos de agresión: física, simbólica, económica y verbal. El tema que nos ocupa es una agresión verbal en toda regla pues se entiende como «Uso de la palabra y/o gestos por la persona agresora para ofender, insultar, injuriar, difamar, desacreditar, ridiculizar, ultrajar, amenazar, intimidar, atemorizar, etc., la persona agredida.

A veces, va precedida, acompañada o seguida de otras manifestaciones de agresión.» El hecho de que dicha agresión se produzca en un ambiente festivo, análogamente a lo que me contestó el Consell Audiovisual de Catalunya, a una queja que formulé por un programa de radio que insultaba al Papa y los cristianos, no es en absoluto un atenuante.

Si acaso el bochornoso espectáculo cuenta con el agravante de haber sido televisado y calificado como ¡¡apto para mayores de 7 años!!

Libertad para expresarse, sí; para agredir a los demás, no; y para educar a los niños en el odio y la zafiedad, menos.

Pablo de Noguera Arnal

(Tarragona)

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