La natalidad se desploma

La prioridad hoy es acabar cuanto antes con la pande-mia. Pero, una vez superada, las políticas de apoyo a las familias deben situarse de nuevo en primer plano

23 marzo 2021 10:50 | Actualizado a 23 marzo 2021 10:58
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Nueve meses después, los augurios de los expertos se cumplen. En enero, los nacimientos se desplomaron en Tarragona un 24%, un batacazo inédito e histórico. La caída en la provincia fue incluso algo superior que la registrada en el conjunto del Estado, donde entre diciembre y el primer mes de este 2021, los nacimientos descendieron un 22,6% respecto a los mismos meses del año anterior. El descenso hundirá la fecundidad en un país que arrastra años de bajadas. Se tienen cada vez menos hijos y se tienen más tarde.

El problema es que llueve sobre mojado. Los 360.617 nacimientos de 2019 suponían la cifra más baja de toda la serie histórica del Instituto Nacional de Estadística (INE), que arranca en 1941, un récord que también alcanzó al primer semestre de 2020. Estas cifras se explican porque ahora mismo hay generaciones menos numerosas de mujeres en edad de ser madres y porque el momento de tener el primer hijo va retrasándose paulatinamente. Además no se espera un repunte inmediato cuando se logre inmunizar a la población ante el coronavirus. Como consecuencia de la crisis epidémica, tendremos una crisis económica. Algunos sectores podrán recuperar la actividad en condiciones más o menos normales pero por el camino se habrán quedado muchos negocios y detrás de ellos familias y ya hemos visto los efectos de la anterior crisis, la de 2008, que ha colocado a nuestro país con uno de los niveles más bajo de fecundidad del mundo: 1,2 hijos por mujer.

Las nuevas cifras son preocupantes. Evidentemente, la prioridad en estos momentos es acabar cuanto antes con la pandemia y ayudar a los sectores y colectivos más afectados por el parón de la actividad. Pero, una vez superada, las políticas de conciliación y apoyo a las familias deben situarse de nuevo en primer plano. Potenciar los permisos de paternidad es útil, pero lo más importante para elevar la fecundidad es facilitar que los jóvenes se emancipen antes. No puede ser que la mitad de los jóvenes de 30 años no se hayan emancipado.

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