La necesidad de generar confianza

Las secuelas que genera una pandemia como la que estamos sufriendo solo se superan si los ciudadanos recuperamos la confianza. No es nada fácil, porque la confianza que hemos perdido depende de cómo haya azotado la crisis a cada uno. Vienen tiempos difíciles, muy complicados. Por eso uno de los grandes desafíos que tenemos que afrontar es el de lograr generar confianza de los ciudadanos en sus instituciones, en los representantes políticos que las dirigen, en la sanidad que les atiende, y, lo más importante, entre nosotros mismos: entre vecinos, entre compañeros de trabajo, entre los que nos cruzamos en la calle, entre todas las personas... La recuperación depende de la confianza, de que podamos viajar, de que nos sintamos seguros allí donde vayamos, de que nos podamos juntar y abrazar... Nuestro modelo de vida debe preservarse del miedo y el recelo hacia la persona que tenemos al lado. No va a ser fácil, es responsabilidad de cada uno. Pero también lo es de los gobiernos, de los parlamentos, de las instituciones en general y de quienes las representan. Y el problema es que parece que los políticos de este país aún no han entendido su verdadero papel en esta crisis de gigantescas dimensiones. Todo apunta a que prefieren mantenerse en el cortoplacismo, en la guerra de guerrillas sin cuartel, suceda lo que suceda y lo pasen como lo pasen los ciudadanos. No es de recibo que, con la que está cayendo, cuando aún los muertos diarios se cuentan por centenares, estén más pendientes de buscar la forma de provocar el desgaste en el adversario que en buscar cómo remar todos a una, y luego ya llegará el momento de pedir explicaciones. Que habrá que pedirlas. La desunión política que existe en este país, quizá como no ocurre en ningún otro de nuestro entorno, no ayuda, desde luego, a generar esa confianza que todos necesitamos para afrontar con las mayores garantías posibles la crisis. Por favor, aunque sea por una vez, dada la trascendencia de este momento, dejen de pensar en su interés y comiencen de una vez a pensar en el de todos.