La reconversión del sector del taxi

Todas las reconversiones son dolorosas, pero negarse a afrontarlas es la garantía de desaparecer del mercado

25 enero 2019 00:11 | Actualizado a 25 enero 2019 00:12
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El transporte urbano está siendo notablemente afectado por las nuevas tecnologías, que en muchos casos desempeñan también un papel relevante en la eliminación de contaminantes en los centros de las ciudades. La tendencia es hacia el coche eléctrico, que dejará en gran parte de ser privado, en progresiva sustitución del transporte público convencional que incluye el taxi. Se incrementará la oferta de vehículos eléctricos con o sin conductor, con especial protagonismo de las compañías como Uber y Cabify, que explotan las licencias VTC. Y asimismo se extenderá el alquiler de pequeños vehículos eléctricos, automóviles de cuatro ruedas (Emov y otros), bicicletas y patinetes. En una segunda fase, los vehículos serán automáticos, es decir, funcionarán sin conductor. Ya hay experimentos de esta índole en Silicon Valley y en otras localidades americanas. En este marco en constante evolución, el taxi es un vestigio arcaizante que deberá adaptarse al cambio, de la misma manera que lo han hecho muchísimas actividades afectadas por la innovación. Hay que reconocer que muchos ya lo han hecho y compiten en igualdad de condiciones con las plataformas de reciente irrupción. Pero todavía quedan reductos que se resisten a perder la protección de que disfruta un régimen de oligopolio y a tolerar la competencia delos VTCs, que se caracteriza por mejores vehículos, un servicio más refinado y precios muy competitivos. El citado oligopolio de oferta ha dado valor a las licencias del taxi, que alcanzaron precios astronómicos en el pasado y hoy empiezan lógicamente a bajar de valor. Además, la regulación se traduce en una fuerte carga fiscal, que no siempre alcanza del todo a los competidores. En este sentido, la irritación de los taxistas es comprensible, pero sería poco inteligente que su respuesta fuera la negativa frontal a cualquier cambio. Todas las reconversiones son dolorosas y difíciles, pero la experiencia acredita que las más fecundas son las que se negocian bien. De donde se desprende que los taxistas deberían entrar en el camino de la negociación.

 

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