La resaca del Brexit

Colas de horas, accesos colapsados, personas con botellas de plástico y garrafas para llenarlas de gasolina, listos que se cuelan y generan peleas... Son solo algunas de las imágenes que nos llegan estos días de las gasolineras del Reino Unido y el problema en este caso no es de reservas o abastecimiento como sí está pasando en la industria del automóvil con la crisis de los microchips. La razón principal del caos en las estaciones de servicio es que la industria del transporte en el Reino Unido se ha visto muy afectada en los últimos meses por la falta de conductores de vehículos de carga pesada. Cerca de 20.000 transportistas europeos han regresado a sus países de origen ya que, con la salida del Reino Unido de la UE, las empresas británicas no pueden contratar a comunitarios sin un permiso específico de trabajo.

El representante de la la Confederación de la Industria Británica ha afirmado sin medias tintas que el escenario que afronta hoy la economía británica se debe a la «resaca del Brexit». De hecho, en algunas gasolineras se puede leer «Si votaste por el #Brexit, ponte al final de la cola».

La tentación desde Bruselas puede ser alegrarse de que los británicos empiecen a ver las consecuencias de su voto pero sería un error no ver que Europa no es ajena a los populismos y a los intentos de culpabilizar a los inmigrantes de muchos de nuestros males.