La seguridad de los bomberos

Eparque de bomberos de Tarragona presenta graves deficiencias en materia de seguridad que incluso han provocado que se suspendan las visitas que los escolares realizaban a este equipamiento para conocer de cerca la labor de tan abnegados profesionales al servicio de la comunidad. No se trata, en absoluto, de un tema baladí, toda vez que algunas de las fallas ponen en serio peligro la integridad de las personas que allí trabajan: la torre de prácticas está fuera de servicio porque han caído cascotes; los quemadores de la cocina tienen roto el regulador y se producen fugas de gas; los hornos están rotos; una puerta metálica de la cochera no funciona... Si bien la Generalitat ya está al tanto de todos estos problemas, conviene hallar una solución de forma urgente. El trabajo que realizan los bomberos ya es de por sí lo suficientemente peligroso y exigente como para encima tener que estar pendientes de cuestiones ‘domésticas’ de las que no deberían ocuparse, toda vez que su atención ha de estar centrada en su óptima preparación, en lugar de tener que ver cada día si un fogón de la cocina está encendido o no. Y es que unos profesionales que se juegan la vida prácticamente cada día para ayudar a los ciudadanos merecen tener un parque en las mejores condiciones de seguridad. No se pueden escatimar gastos ni esfuerzos en un tema como este. Primero, por la propia integridad física de los bomberos; y después, porque su seguridad es la de todos.