La seguridad no es sólo una percepción

05 septiembre 2019 16:40 | Actualizado a 05 septiembre 2019 17:20
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En pleno debate sobre la seguridad en Barcelona se ha producido un nuevo crimen. Esta vez la víctima ha sido una chica de 26 años, natural de El Vendrell. Horroriza conocer que la mortal agresión tuvo su origen porque la víctima increpó a sus agresores porque le intentaron robar el teléfono móvil. Los hechos ocurrieron en el interior de un local nocturno del Port Olímpic. El vigilante de seguridad del establecimiento también resultó herido pero su vida no corre peligro. El concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, ha intentado deslindar los hechos de las otras víctimas mortales contabilizadas en Barcelona, quince en lo que va año y diez durante el verano. Para Batlle este nuevo homicidio solo demuestra que es necesario un control de la actividad de determinadas zonas del ocio nocturno de la ciudad. No hace ni un mes que se adoptó un dispositivo policial formado por agentes antidisturbios de los Mossos d’Esquadra con el objetivo de reforzar la seguridad en el Port Olímpic, tras una pelea mortal el 28 de julio que dejó un muerto. Determinadas zonas de ocio evidencian un riesgo evidente, como lo demuestran los hechos, pero ello no impide que el nuevo hecho trágico siga sumando de forma negativa en la imagen de falta de seguridad que está proyectando Barcelona.

Las estadísticas sobre delitos con violencia alejan Barcelona de los primeros puestos de peligrosidad. Por lo que respecta a Europa, otras ciudades como Nápoles o Marsella sacan mucha ventaja a Barcelona en el negativo ranking. Es más, la Ciudad Condal puede considerarse entre las grandes ciudades más seguras del mundo. Sin embargo, la acumulación de homicidios registrados durante este verano y la sonada difusión que han tenido los mismos han amplificado las consecuencias de la mala imagen. Ello no significa que haya una campaña de desprestigio de la alcaldesa Ada Colau, más allá de lo que la propia alcaldesa haya podido propiciar con su política inicial de desdeño de la Guardia Urbana y de los cuerpos de seguridad en su conjunto.

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