La sonrisa de Jaumet

Jaume Amenós, que yo sepa, no paró nunca de alegrar la vida a casi todos

19 mayo 2017 23:50 | Actualizado a 20 mayo 2017 21:43
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Me encontró descolocado, por viajes y despiste. Y porque una persona tan activa y dinámica como Jaume Amenós Masdeu era impensable que pudiera dejarnos tan deprisa. Jaumet había participado, si no recuerdo mal, en aquellos balbuceos teatrales que tuve el honor y el placer de dirigir en Radio Reus (SER) cuando la censura aún tachaba de rojo los párrafos y las ideas. Pero había interés en salir de aquel marasmo y aunque la cadena radiofónica encontró su camino más allá de las radionovelas y los culebrones, con unos cuadros escénicos magníficos, aquí, a nuestro aire y con nuestras posibilidades, creo que hicimos un par de ciclos de teatro leído de cierta dignidad. Claro que lo tuve fácil.

Por aquel entonces colaboraron David Constantí, Enric Virgili, Jaume Amenós, Roser Boqué, Dolors Juanpere… y otros que lamento no recordar. En los mandos técnicos ya tocaba muchas teclas Enric Tricaz y si hacía falta arrimaban el hombro Rodríguez Combalía o Encarnita Martínez. No fuimos a buscar a Beckett, o Arrabal, o a Harold Pinter, sobre todo porque el lápiz hubiera cubierto de rojo casi todo el papel, y el disgusto del apacible director de la emisora, don Salvador Sedó, hubiera sido de muerte. Pero había ganas de hacer cosas y aquella gente valía. Lo han demostrado después en las diversas direcciones en que siguieron con su amor al teatro y a la cultura. Porque Constantí, además de su voz melodiosa, era un artista de la madera. Virgili, además de crear un Don Juan Tenorio impecable, era un buen comercial… y Jaumet derivó hacia la organización de toda clase de eventos, siempre con su innato sentido del humor, que ha durado hasta su muerte. Jaume Amenós ha sido presidente del Bravium Artístic i Cultural desde 1990, en cuya escena sonaron carcajadas durante muchos años: gastó inocentadas , llevó el Carnaval de Reus, rehizo a don José Zorrrilla sus ripios con Don Cuán Tanorio (desde 1978 al 2009 ), ayudó a poner la primera piedra simbólica del canal Reus-Salou con la sonrisa desde las nubes de Carlos III,y alegró la vida con las Varietés de Sant Pericu. Por un milagro de los que a veces ocurre e ilumina a los políticos, Jaumet fue encargado del Pregón de Sant Pere 2014, con lo que ello significa de encabezar los mejores festejos del año. No paró nunca, que yo sepa, de alegrar la vida a casi todos. Particularmente he recibido sus acudits y refranes hasta pocos días antes de ser ingresado en el hospital, y quizás desde su cama. No quiero averiguarlo. El lugar común dice que la muerte se lleva a los mejores: y a los peores. Todos vamos a ese mar, que es el morir. Pero a Jaumet le queríamos vivo muchos más años, porque estaba en casi todos los lugares donde era preciso el buen humor. En su recuerdo, de sus frases y trabajos, se nos sigue poniendo media sonrisa.

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