La última encuesta del CIS antes del 10-N

Ciertamente la única encuesta verdadera y fiable es el recuento de la noche electoral. Pero no es menos cierto que este suele ser el argumento más utilizado por los partidos a los que las encuestas nos les favorece. Nunca sabremos, porque los sociólogos no se ponen de acuerdo, si las encuestas pueden influir en el resultado final de unas elecciones. Sí que influyen hechos de gran significación y magnitud, como sería el caso de la sentencia del procés y todos los acontecimientos violentos que se han producido en Catalunya en los días posteriores al veredicto. Por ello, la encuesta del CIS, la última que se hará pública antes de las elecciones, debe leerse con muchas precauciones ya que el trabajo de campo se realizó antes de que el Tribunal Supremo hiciera pública la condena de los líderes independentistas juzgados en este procedimiento. En el caso de Tarragona, los datos del CIS pronostican un considerable vuelco electoral con una victoria del PSC con una estimación de entre 2 y 3 escaños. En el mejor de los escenarios el partido liderado por Miquel Iceta y encabezado en Tarragona por Joan Ruiz alcanzaría la mitad de los diputados que están en disputa en la circunscripción frente a uno solo que obtuvo en los anteriores comicios. Los socialistas arrebatarían la victoria a ERC, que se impuso el 28-A. La mayor sorpresa sería que por primera vez desde 2015, Ciudadanos se quedaría fuera del Congreso en su representación por Tarragona al igual que el Partido Popular, que ya no logró representación el 28-A. La recuperación del PP en clave de España no sirve para que la fuerza reflote en Tarragona. A nivel de España, que es lo que cuenta, el PSOE lograría una abultada victoria que llegaría hasta los 150 escaños en el mejor de los casos, frente a los 123 que tiene ahora. El PP mejoraría, pero estaría lejos de poder articular una mayoría por el batacazo de Ciudadanos. Todas estas conjeturas carecen de valor porque, como se ha dicho, se establecieron antes de la sentencia. Más que nunca la encuesta verdadera deberá esperar a la noche del 10-N.