Las elecciones del día a día de la gente

Las municipales son  trascendentales. Pero no hay que olvidar el peso que tienen también las europeas. 
 

 

26 mayo 2019 11:31 | Actualizado a 26 mayo 2019 11:33
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Las elecciones generales y las autonómicas son muy importantes para un país. De eso no hay duda. Pero las municipales son determinantes para cada localidad. Son las de la proximidad, las del día a día de la gente. Las que mejoran o complican su cotidianidad. Más allá de ideologías, aquí es clave el perfil del futuro alcalde. Su capacidad de gestión y de solucionar aquellas cuestiones que complican la vida de las personas. Los ambiciosos proyectos y las grandes inversiones son buenas para crear marca. Para hacer fuerte la imagen de una ciudad viva y que camina hacia una dirección muy clara. Pero lo realmente imprescindible para la ciudadanía es que le faciliten la vida con la limpieza viaria, los servicios sociales, las guarderías, el transporte, la vivienda y tantos otros temas que necesitamos a diario, como pagar unos impuestos razonables que no sean desorbitados. Porque ¿qué hará el próximo alcalde de Tarragona con los impuestos, teniendo en cuenta que la ciudad tiene uno de los IBI más caros de todo el Estado? ¿Logrará Tarragona salir de la cola del ranking de limpieza de las ciudades españolas? ¿Hallará salida para dar un uso al Palau d’Esports? Y en Reus, ¿qué pasará con el pufo del hospital? ¿Sabrá el nuevo gobierno gestionar la convivencia entre el pequeño comercio y las grandes superficies? ¿En la costa sabrán cómo frenar el top manta? ¿Impulsarán políticas que ayuden a potenciar el sector turístico, uno de los grandes motores de la provincia? Está claro que los comicios de hoy son trascendentales. Y lo son más allá de las siglas. Pero tampoco debemos olvidar los europeos. Está muy extendida la idea de que son de segunda, pero más allá de las disquisiciones políticas, de las estrategias de unos y otros o del discurso de los euroescépticos, la UE influye también en nuestras vidas. Y es que la austeridad, el fin del roaming, pagar por las bolsas de plástico, la nueva ley de protección de datos, poder viajar gratis a los 18 años, el límite a la publicidad en la tele y muchas otras normativas que afectan a nuestro día a día se han cocinado precisamente en Bruselas.

 

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