«Esta mañana estábamos desayunando y leíamos en un diario que, por lo que parece, nuestra relación se había roto», comentó con buen humor Pablo Iglesias refiriéndose a Tania Sánchez, que es de IU, a la que el dirigente de Podemos llama «mi novia», utilizando el lenguaje clásico que hoy los jóvenes suelen sustituir por «mi pareja».
Pablo Iglesias ha repartido el fin de semana entre sus dos novias. La otra es griega y se llama Syriza. Había que ver con qué entusiasmo celebró (en La Sexta, cómo no) el clamoroso éxito de este partido.
Ahora toda Europa observará si Alexis Tsipras es capaz de mantener como presidente lo que prometió como candidato. La economía de mercado tiene sus reglas.
François Hollande no lo consiguió. Y si así ocurre habrá que recordar a Jardiel Poncela: «Los políticos son como los cines de barrio. Primero te hacen entrar, y luego te cambian el programa».