Las pensiones y la mochila austríaca

Puede ser utilizada como complemento de pensión con gestión privada

13 septiembre 2017 07:47 | Actualizado a 13 septiembre 2017 07:52
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Parece ser que en España el tema de las pensiones públicas es el asunto de nunca acabar. Ahora empieza el curso político y el tema de las pensiones públicas es un asunto que no admite ya más espera. El Pacto de Toledo no se reactiva y la denominada hucha de las pensiones se ha agotado, y el Estado ha tenido que aportar fondos para el pago de las pensiones.

La formación política Ciudadanos (Cs) ya ha asegurado que una de sus prioridades, en los próximos meses, es impulsar un paquete de medidas dirigidas a reformar el mercado laboral, entre las que se incluye una especie de fondo de capitalización, en el que los empresarios harían aportaciones, con periodicidad mensual, a los empleados. En Austria, actualmente, esta aportación es un 1,53 por ciento del salario del empleado. 

Lo anterior constituye una hucha que acompaña al empleado durante toda su vida laboral. La cantidad acumulada se mantiene aunque el empleado cambie de trabajo y puede ser utilizada en caso de despido. También puede ser utilizada como complemento de pensión. Los fondos son gestionados por firmas privadas en busca de rentabilidad, pero el Estado garantiza el 100 por cien del capital aportado que, además, puede formar pare de la masa hereditaria.

Esta mochila, en mi opinión, tiene algunas ventajas, pero implicaría para su implantación una reforma muy profunda del sistema actual. La importación de esta institución jurídica en nuestro sistema, tal y como opera en Austria, sería muy compleja, al resultar indispensable una revisión del Estatuto de los Trabajadores, para actualizarlo a las necesidades actuales, empezando por la normativa, no desarrollada hasta el momento, sobre las huelgas. Para la implantación de la mochila resulta indispensable una férrea voluntad política, muy difícil de conseguir en la actual coyuntura. Conviene recordar que la fascinación política por el sistema de la mochila austríaca viene de lejos. Se incluyó en un borrador de la reforma laboral que el Gobierno de Zapatero acometió en el año 2010, pero finalmente el proyecto, que apareció después en los programas electorales del Partido Popular (PP) en los años 2011 y 2015, quedó totalmente frustrado.
Para el partido Cs es una de las reformas incluidas en el pacto alcanzado con el PP, en el mes de agosto de 2016, para la investidura de Mariano Rajoy. Tanto PP como Cs apoyaron en marzo pasado, en la Comisión de Empleo del Congreso de los Diputados, una iniciativa del Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT), que instaba a aprobar este fondo de capitalización. La proposición contó con el apoyo del Partido Nacionalista Vasco (PNV), pero Unidos Podemos y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se posicionaron a la contra, pese a que el líder Pedro Sánchez había aceptado implantar el sistema en la negociación con el partido naranja para su frustrada investidura.

Hay que destacar que la mochila austríaca tiene ventajas importantes. En efecto, si el trabajador es despedido, el dinero acumulado en su mochila constituye su indemnización, pues en Austria no existe seguro de paro ni otras compensaciones económicas. Si el empleado cambia de trabajo de manera voluntaria, su mochila también le acompaña de manera íntegra. También puede disponer del capital si apuesta por un proyecto de emprendimiento o decide trabajar por cuenta propia. Además se puede heredar en el supuesto de fallecimiento.

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