Las vacas europeas

El leonés Julio Llamazares ha publicado un bello artículo que lleva por título Vacas en el que defiende políticas que preserven la supervivencia del entorno rural –la ganadería está, como se sabe, amenazada en nuestro país por la competencia de otras zonas europeas más productivas– con argumentos distintos de los meramente economicistas, que condenarían al campo español al abandono total.

En realidad, estas políticas ya existen, por lo que de lo que se trataría es de recuperarlas y potenciarlas. La Política Agraria Común (PAC), creada en 1962 para asegurar el abastecimiento de la población a precios razonables, pretende hoy mantener la estructura socioeconómica tradicional en los países comunitarios, fijando la población rural a sus hábitats de siempre, evitando la despoblación de los pueblos y aldeas y la emigración masiva a las ciudades.

Lo que sucede es que la PAC muestra fugas y agujeros inconcebibles, que confirman su distanciamiento de la realidad. Y ahora que el Parlamento Europeo está adquiriendo consistencia y entidad democrática, sería el momento de revisar esa PAC para que, precisamente, garantice a agricultores y ganaderos la sostenibilidad (al menos) de sus negocios. En esta clase de asuntos, trabajará mejor la sensibilidad de los representantes populares que la lógica de los fríos burócratas de Bruselas.