Lo pasado es un prólogo de la vida

El concepto de un trabajo de por vida ya hace mucho que se esfumó

19 mayo 2017 23:03 | Actualizado a 22 mayo 2017 21:22
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William Shakespeare, dijo “ Lo pasado es un prólogo”. La verdad es que debemos de pasar del estado estático al dinámico, ese estado en el que las cosas suceden porque tú las has empezado.

Debemos de cambiar la marcha, cambiar la dirección, transformar lo que hacemos con nuestro día, nuestra semana, nuestro tiempo y hacernos con el control de él. Debemos de poner deliberadamente un pie delante del otro y avanzar con propósito, en vez de dejar que se nos lleve la corriente.

Nunca, o casi nunca, ha habido un momento mejor para empezar algo, que ahora. Ya que ahora más que nunca vivimos en un mundo de oportunidades. Pero la otra cara de este mundo de oportunidades ( fruto de las nueva tecnologías y las nuevas convenciones sociolaborales) es un mundo que nos seduce para que nos dejemos llevar por la vida. Son cosas como: ir de tiendas, pasear por la web, twittear de vez en cuando, hacer comentarios varios, actualizar perfiles). No es que esas cosas no sean divertidas o incluso buenas. Pero aunque nos parezca que hacemos “algo”, la verdad es que, quizás sentimos que en esta vida tiene que haber algo más

En consecuencia como dijo Pablo Picasso : “ Deja para mañana sólo lo que no te importe no haber hecho cuando te mueras”. La realidad es que la vida es corta, pero actualmente, quizás, viviremos muchos años más. La esperanza de vida está creciendo sin parar. Si vamos a estar

por aquí tanto tiempo , más vale que hagamos lo que nos guste, siempre que sea posible.

Un motivo, principal, para empezar algo, es “porque `puedes” Nuestro mundo interconectado posibilita que las personas hagan realidad sus sueños, sus ideas y sus iniciativas de manera que nuestros antepasados no podían ni imaginar. Lo no convencional es ahora convencional. Las convenciones sociales que dictaban la conducta adecuada y cuyas cejas enarcadas solían mantener a raya los sueños de la gente ya están desapareciendo. En las grandes ciudades hace mucho que ya no existen. El mundo está demasiado interconectado para esto, y se mueve demasiado rápido. Hace sesenta años, un caballero no iba a trabajar sin su sombrero, hace diez años, dejaron de llevar corbata. Ahora no hace falta ir al trabajo para trabajar….a sí que ¿quién sabe lo que se pone la gente? Pero la idea es: ¿a quién le importa? . El concepto de un trabajo de por vida ya hace mucho que se esfumó. Ya nadie, excepto a veces nosotros, imponemos esos raíles que confiábamos en un trabajo del principio al fin, del aprendizaje a la tumba. Sinceramente tenemos que salir del bosque y enfrentarnos a la realidad actual. Pues quien no tiene el valor de correr riesgos nunca conseguirá nada en la vida. Y así pasaremos del prólogo a las primeras páginas de nuestra vida sin olvidar el pasado, pero viviendo el presente.

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