Los colegios y la 'proximidad'

Alejandro Fernández defiende que Tarragona pase a ser zona única a efectos de la preinscripción escolar

19 mayo 2017 23:20 | Actualizado a 22 mayo 2017 21:31
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Alejandro Fernández defiende que Tarragona pase a ser zona única a efectos de la preinscripción escolar. Desconozco si su propuesta es la ideal y si, como él afirma, beneficiaría a los padres que a la hora de elegir centro priorizan el modelo educativo. Desconozco también si realmente podemos permitirnos prescindir de la «proximidad» como criterio jerarquizador, tan útil para definir el ranking de quién es admitido y quién no en los centros con más demanda.

Pero lo que sí es indiscutible es que, en la actualidad, en Tarragona se desvirtúa tal elemento. La Generalitat, en el Decret 75/2007, fija que la «proximidad del domicilio del alumno o, en su defecto, del lugar de trabajo del padre o madre», es un criterio a tener en cuenta. Pero Tarragona –y no es la única– aplica esa noción dividiendo la ciudad en zonas arbitrarias y desiguales y concediendo un plus de puntos en el ranking a los niños que viven –o sus padres trabajan– en la misma zona en la que está el centro. Y así se dan absurdos como que un residente en Boscos tendría ese plus para las Teresianes, pero en cambio alguien que viva en la acera de enfrente no, porque la Rambla es frontera entre zonas. Lo mismo con alguien que viva frente a las Dominiques, al otro lado de Rovira i Virgili:no tendría el plus que sí tendría quien viva junto al Hospital Joan XXIII.

Puede que ese sistema tenga otros beneficios, pero desde luego no premia la proximidad, como debería ser su fin. No ya porque así lo venda el Ayuntamiento al denominarlo así («proximidad»), sino sobre todo porque es a lo que legalmente obliga la norma. Por no hablar de la lógica.

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